Desperté
sin el desayuno en la cama.
Te busqué, te grité
y no estabas ya.
Perdí el olor
de toda nuestra noche.
Me cabreé
por no haberte podido decir
que te amaba.
Desapareciste, sí.
Debo
soñar
de nuevo
contigo.
Barcelona, 5 de octubre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
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