sábado, 24 de octubre de 2009

EL POETA Y EL PINTOR A TRAVÉS DE LA VENTANA

Por la ventana
te veo, me ves,
te miro, me miras.

Por la ventana
te escribo, me escribes,
te leo, me lees.

Por la ventana
te amo, me amas,
te susurro, me susurras.

Por la ventana
te canto, me cantas,
te bailo, me bailas.

Por la ventana
me desnudo, te desnudas,
exploto, explotas.

Por la ventana
te hablo, me hablas,
te escucho, me escuchas.

Por la ventana
bromeo, bromeas,
me río, te ríes.

Por la ventana
te beso, me besas,
por la ventana,
por la ventana,
por la ventana.

Barcelona, 24 de octubre de 2009

viernes, 23 de octubre de 2009

EL PINTOR Y EL POETA HABLAN

El poeta sólo tiene miradas para el pintor.
No conoce su poder, pues no se conoce.

El pintor vino para enseñarle el camino,
camino que será junto a él: caminando lado a lado.

El pintor le explica la historia de las dos mitades.
Le dice que un highlander conoce a otro de lejos.

El pintor ve cosas que el poeta no imagina que tiene.
Le explica que perdimos mucho tiempo hasta aquí.

El poeta no imagina lo que el pintor ve en su mirada.
Ve que estaba perdido, perdiendo su potencial.

El pintor estaba perdido en buscar
lo que sólo encontró con su mirada.

El poeta se vuelve mudo, tiene guardadas las palabras.
Le pide que pinte para que pueda escribir.

El pintor llena la alacena de guirnaldas de colores.
Le pide que escriba para que pueda pintar.

Barcelona, 23 de octubre de 2009

jueves, 22 de octubre de 2009

EL POETA LE PIDE AL PINTOR QUE PINTE

¡De verde, de vida!
¡Pinta con el color de la vida!

Juega con las olas de la playa,
con los picos de las montañas,
con el tejado y los muros de la casa,
con los paseos crepusculares.

Atrévete con las conchas
y con los lírios.
Ansía grandes ventanales
y amantes de la mano.

Pinta de verde, de vida,
los secretos que gritan,
los deseos que despiertan,
las emociones que flamean.

Osa con las perlas,
goza con los precipicios,
engalana de guirnaldas las paredes,
desnuda los cuerpos.

Pinta, amor, de verde.
Pinta, amor, de vida.

Barcelona, 22 de octubre de 2009

EL PINTOR LE HABLA AL POETA

Ya tienes morada,
casa, comida, saliva.
¡Y yo encantado!
Tienes lo que buscabas.

Sonrío ante tu mirada
y me vuelvo para siempre tuyo.

Mejor que una sorpresa
es sintiéndote a mi lado,
transoceánicamente juntos
todas las horas
que nos separan y nos juntan.

Ansioso por lo mucho que tengo que hacer
hasta que llegue la hora de verte.

Solamente me gustaría
estar ahí para mimarte,
ponerte en la cama
para que duermas tranquilo.

Barcelona, 22 de octubre de 2009

EL PINTOR YA LO SABÍA

Rodeado de ocre desparramado
- el tiempo ha pasado con prisas -
me siento en el mismo banco
de hace madrugadas.

La temperatura no es la misma,
llueve, moja y enfría.
El pequeño jardín se duerme
y el árbol se desnuda.

No son los mismos sentimientos.
Está cambiando el pequeño mundo.
Inquietudes y búsqueda,
en el hombre que habla con la mirada.

Hay una casa y una montaña.
Una playa y dos hombres.
Fue lo que pintó
para nuestra vida.

El pintor ya lo sabía.
Sabía que el poeta era verde.
Verde vida
que necesita de cuidados.

El poeta se levanta,
camina y llega a casa.
Escribe estas palabras.
Vio lo que el pintor en el lienzo.

Barcelona, 22 de octubre de 2009

lunes, 19 de octubre de 2009

SERÁ EN NOVIEMBRE

Barcelona encarga guirnaldas festivas,
como un novio ansioso y frágil.
Preparado al deseo y a la calma
se estremece a la luz de las velas.

Le escribe poemas sencillos
para comunicar que le ama.
Se los dejará para que pinte en ellos
el hombre que habla con la mirada.

Sâo Paulo prepara el encuentro
con entusiasmado mimo,
acariciando el momento,
enloqueciendo a los circundantes.

Pinta en lienzos
el hombre que habla con la mirada.
Se los dejará para que escriba en ellos
mientras le susurra poemas sencillos.

Será en noviembre,
próximo y lejano noviembre.

Barcelona, 19 de octubre de 2009

DESESPERANDO

He pasado con la compañía del ordenador
casi cuatro horas.

Esperando.
Desesperando.

He sentido
el ir y venir del animal que albergo.

Los cuarenta y ocho metros cuadrados
se han convertido en mi jaula.

Voy a salir a tomar un poco de aire.
Me ahogo.

Pasearé por las solitarias calles de la ciudad.
Pararé allá donde me lleven los pies.

Descansaré frente al mar.
Pensaré en todas las maravillas.

Soñaré que caminas a mi lado.
Envidiaré a los enamorados que pasean de la mano.

Volveré tan cansado como mi cuerpo quiera.
Me acurrucaré en el sofá, en el regazo de la espera.

Barcelona, 19 de octubre de 2009

DÉJAME QUE SEA TU MORADA

Déjame ser tu morada,
el techo que te cobige,
el alimento en tu cocina,
el riego de tu jardín.

Déjame ser tu despertar,
la taza del desayuno,
el cepillo para acicalarte,
el nudo de la corbata.

Déjame ser tu día de trabajo,
el alumno en primera fila,
el enfermo paciente,
el papel de la prescripción.

Déjame ser tu alimento,
el sabor de la comida,
la saliva en tu boca,
los jugos de la digestión.

Déjame ser tu pintura,
el mango del pincel,
la textura en la tela,
la musa de tu inspiración.

Déjame ser tu anochecer,
la almohada bajo tu cabeza,
la voz del arrullo,
el cuidador de tus sueños.

Barcelona, 19 de octubre de 2009

jueves, 15 de octubre de 2009

EL HOMBRE ABORDADO

Te abordé una noche
inquieta de alcohol, música y otras drogas.

Yo que soy el halcón y soy la flecha,
en apariencia experto en soledades,
selectivo y poco social,
caí rendido a tus encantos.

Me mareé en tí y de tí me distancié:
todo en la misma noche.
Besos candentes, caricias robadas:
todo en la misma noche.

Un adiós,
un hasta luego,
un hasta no se.
Un regreso hacia casa
envuelto en pensamientos.

Me quedó, en un pedazo de papel,
tu presencia ausente.
Entonces quise saber más de ti,
hacerte presente en mi cotidianidad,
y te busqué en la red.

Internet se ha convertido en nuestro cómplice,
en un aliado
que nos roba espacios de encuentros.

Ese pequeño juguetón
que merodea buscando víctimas
es el culpable de este dolor
que deseo retener.

Barcelona, 15 de octubre de 2009

METAMORFOSIS

Mi cuerpo me ha abandonado:
no razono,
no veo,
no oigo,
no huelo,
no como,
no duermo.

Quiero caminar, pero mi pies no responden.
Las calles son un puzzle de piezas amontonadas
que han perdido su organización.

Me siento desorientado.
Deseo ver, pero mis ojos se niegan.
No veo, sino con los sentimientos;
esos que me dirigen solo a ti.

Me embargan síntomas de mareo, de vómitos.
Me siento raro, no me parezco.

Me busco en los escaparates
y no encuentro más que maniquíes
que simulan mis posturas:
irracionales.

Rastreo huellas que me llevan
a lugares que niegan mi existencia:
enmarañan la razón.

No se del sabor del rancio, ni del dulce,
¡ah, el dulce!
¡Cómo añoro el néctar de tu saliva!:
la saliva de una sola noche.

No huelo amaneceres,
tampoco crepúsculos:
te persigo sin conocimiento de rutas.
El olor se me ha esfumado, quemado.

En mis noches hay sueños, pero no duermo:
vienes y me llevas,
paseo por las estrellas cogido de tu mano,
la lluvia moja mis pies descalzos sobre la arena del mar,
me incrusto en tus ojos como un molusco a su roca,
me ato a tus brazos tal que Hércules a las columnas.

Me ha abandonado, mi cuerpo,
porque no razono,
no veo,
no oigo,
no huelo,
no como,
no duermo.

Barcelona, 15 de octubre de 2009

lunes, 5 de octubre de 2009

SOÑAR CONTIGO

Desperté
sin el desayuno en la cama.

Te busqué, te grité
y no estabas ya.

Perdí el olor
de toda nuestra noche.

Me cabreé
por no haberte podido decir
que te amaba.

Desapareciste, sí.

Debo
soñar
de nuevo
contigo.

Barcelona, 5 de octubre de 2009

RETENIÉNDOTE

Perdido en ti,
te espero tranquilo.

Reteniéndote.

Te espero tranquilo
sentado en la arena
de la inmensa playa.

En el Mediterráneo,
que se me antoja
las orillas del Atlántico.

Como si desde donde estoy
pudiera otear América.

Barcelona, 5 de octubre de 2009

domingo, 4 de octubre de 2009

QUE LA DISTANCIA NO SEA SU IMPEDIMENTO

Que la distancia no sea su impedimento.
Del espacio, un adversario franqueado.

Quiero tu faz sin letargo,
serena de trementina
y de trementina despierta.

De ti, el puerto donde vare mi barco,
donde el sueño me pierda
en atolondrada desmesura.

El sorbo para los comedidos;
los tragos para los borrachos;
a mi que me traigan la botella.

Será como la bebida sin derramarse.
En la noche oscura.
En la mañana llameante.

En el descuido,
desparramarme
como una sombra en tu sombra.

Sin rumbo, sin destino,
perdido en la sinrazón,
en la sinrazón perdido.

Como harapiento
que dormita ajeno...

Para mis ojos, el brillo;
para tu boca, el aliento.
Para la urgencia, mi cuerpo.

Un socorro,
un aullido,
un quejido,
que aspira el aire
y desvanece emociones.

Barcelona, 4 de octubre de 2009