domingo, 29 de noviembre de 2009

LLEGÓ ESTE AMOR

Llegó este amor sin espera.
Me rompe la ventana.

Llegó mi amor
y no estaba preparado para la fiesta
que vendría.

Llegó porque tenía que llegar,
lo mismo llegando y partiendo.

Nunca me deja.

Llegó por la vida que esperaba
y esperaba esta llegada.

Llegó porque no había forma de huir.
Llegó porque tardó.
Llegó porque es mío.
Llegó y no hablo más,
y no hay más palabras.

Llegó y no me dejará,
porque tardó.

Llegó cuando yo no era ya guapo,
aunque reconocí la llegada.

Llegó después de tantas partidas
(porque no llegaba tu llegada)
y yo ya no era tan guapo.

Barcelona, 29 de noviembre de 2009

sábado, 28 de noviembre de 2009

MI OFICIO ES AMARTE

De repente, mi oficio es amarte.
Apareciste justo cuando
estaba en la cuneta de una carretera
que llegaba a ningún sitio.

Eres el amable,
el gentil.

Eres el inteligente,
el romántico.

Eres quien me mima,
quien me cuida.

Eres mi lectura,
mi poema.

Pero hay cosas
que no te sabré decir
con palabras:
Te las diré con mi mirada,
con mi corazón,
con mis manos.

Ya tengo la certeza:
Eres el hombre que esperé
toda mi vida.

Yo estaba en la cuneta
de una carretera
que llegaba a ningún sitio.
Apareciste.
De repente, mi oficio es amarte.

Barcelona, 28 de noviembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

DICIEMBRE Y ENERO

Diciembre, dudoso,
no puede resistirse,
no aguanta tanto tiempo,
todavía no desiste.
Le ama y le extraña.

Enero ya está convencido.
Lo tiene todo preparado.
Se atreve con el desafío.
Irá a sus brazos.
Se acurrucará en él.

Barcelona, 26 de noviembre de 2009

EL PINTOR Y EL POETA HABLAN DE COLORES

El poeta no sabe
lo que el pintor pinta.

El pintor dice que le ama,
que pinta de colores rojos su alma,
de amarillos su ventana,
de verde su vida.

El poeta piensa
en el verde vida,
en el rojo alma,
en el amarillo ventana.

El poeta dice que le ama,
que le escribirá
sobre los colores
que ve en sus palabras.

Barcelona, 26 de noviembre de 2009

EL CUADRADO SE DEFINE

No sabe nada de nada.
Anda loco y ciego.
Ama y le gusta ser amado.
Necesita un faro.
Se asusta de las veletas.
Se ve muy pequeñito.
Es muy grande.
Quiere protección.

No sabe nada de nada.
Escribe y escribe.
Tiene que comunicar.
No sabe sino creer.
Quiere escuchar.
Habla poco de sentimientos.
Se rompe fácilmente, es muy frágil.
Sueña dormido, sueña despierto.

No sabe nada de nada.
Acaricia la estabilidad.
Le hace falta reír.
Es miedoso.
Aprende rápido, va paso a paso.
No tiene prisas, no quiere pausas.
Pende de un hilo, pero se suelta.
Ve más allá del mar, otea el océano.

No sabe nada de nada.
La complicidad le atrae.
Se pierde, no tiene orientación.
Se acurruca, se hace un ovillo.
Abraza en largos y apretados abrazos.
Añora, extraña, echa de menos.
Está enamorado, sí.
Es un cuadrado.

Barcelona, 26 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

PARA QUE PUEDAS ENTENDER LO QUE SIENTO

De noche, cuando me acuesto, entro en la cama
dejando el espacio que no ocupas impregnado de mis olores
por si se te ocurre, pudieras venir.

Me quedo en un rinconcito, quieto,
reproduciendo tu mano y tu cigarrillo desvelado
que dibuja aros sobre tu mirada tranquila.

Te oigo toser inquieto.
Te levantas con sigilo y te diriges al baño
para no perturbar mi sueño.

Miras la nevera para ver si queda
alguna coca-cola light
que calme, acompañe tus horas de insomnio.

Me abrazas y me aprietas contra tu pecho,
como quien no quiere perder lo que es suyo,
con la ternura del marido apasionado.

Me duermo y te persigo en mis sueños.
Hago más real tu presencia
correteándote entre burbujas de jabón.

Te me desdibujas, te me desapareces.
Me ahoga la soledad.
Entonces me embarga la ausencia .

Despierto, de repente,
cojo papel y lápiz y escribo para ti,
para que puedas entender lo que siento.

Barcelona, 23 de noviembre de 2009

EN EL ÚLTIMO DÍA ME COGISTE DE LA MANO

Nuestro desayuno no estaba contemplado
en el presupuesto de este 21 de noviembre.
Que quisieras que el día
comenzara como todos los días
fue otro de los maravillosos momentos,
pequeños valiosos regalos tuyos.

Salimos calmos de Granvía hotel.
Los detalles de las últimas horas
nos esperaban en las calles, por las calles.
Una parada en Foto Panorama
nos regalaría en imágenes nuestra memoria
mientras bajábamos por Passeig de Gràcia.

Me cogiste de la mano, en carrer Comtal,
en el último día, camino de Desigual.
Rozaste tus dedos en mi mano
con diligencia enternecedora
recordándome que nos separaríamos
en unas pocas horas.

Marlboro extralargo en Fontanellas
de subida a nuestro café en Caspe.
Unas miradas en silencio.
Una ojeada a los negativos.
Un dolor intermitente.
La habitación reclamaba su abandono.

Todo recogido,
guardado en maletas, maletines y bolsas.
Un recorrido por toda la estancia.
Besos, abrazos antes de salir.
Un taxi, una parada en Viladomat
y una amargura camino del aeropuerto.

Te fuiste con un largo abrazo,
con unos besos de no quiero marchar
y un “nos vemos esta noche en la cena”.
El aerobús se me antojaba el instrumento de regreso a la soledad.
Te lloré sin silencios.
Me alivié pensando ya en diciembre.

Barcelona, 23 de noviembre de 2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

FUE EN GRANVÍA HOTEL, FUE EN NOVIEMBRE

El escenario neutro.
Las esencias puras.
El bloqueo justo.
Dos hombres encontrándose.

Los ritmos desacompasados.
Los pasos largos, los pasos cortos.
El cuerpo pende de un hilo, el cuerpo volando.
Dos hombres ajustándose.

La cama, una de dos.
Las caricias largas, muy largas.
Los encuentros llenos de abrazos.
Dos hombres apasionados.

Las palabras, emociones.
La música, alegría.
Las miradas, ternura.
Dos hombres enamorados.

El deseo sin contención.
Tuyo, solo tuyo.
Mío, solo mío.
Dos hombres en explosión.

Barcelona, 21 de noviembre de 2009