domingo, 4 de octubre de 2009

QUE LA DISTANCIA NO SEA SU IMPEDIMENTO

Que la distancia no sea su impedimento.
Del espacio, un adversario franqueado.

Quiero tu faz sin letargo,
serena de trementina
y de trementina despierta.

De ti, el puerto donde vare mi barco,
donde el sueño me pierda
en atolondrada desmesura.

El sorbo para los comedidos;
los tragos para los borrachos;
a mi que me traigan la botella.

Será como la bebida sin derramarse.
En la noche oscura.
En la mañana llameante.

En el descuido,
desparramarme
como una sombra en tu sombra.

Sin rumbo, sin destino,
perdido en la sinrazón,
en la sinrazón perdido.

Como harapiento
que dormita ajeno...

Para mis ojos, el brillo;
para tu boca, el aliento.
Para la urgencia, mi cuerpo.

Un socorro,
un aullido,
un quejido,
que aspira el aire
y desvanece emociones.

Barcelona, 4 de octubre de 2009

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