jueves, 15 de octubre de 2009

EL HOMBRE ABORDADO

Te abordé una noche
inquieta de alcohol, música y otras drogas.

Yo que soy el halcón y soy la flecha,
en apariencia experto en soledades,
selectivo y poco social,
caí rendido a tus encantos.

Me mareé en tí y de tí me distancié:
todo en la misma noche.
Besos candentes, caricias robadas:
todo en la misma noche.

Un adiós,
un hasta luego,
un hasta no se.
Un regreso hacia casa
envuelto en pensamientos.

Me quedó, en un pedazo de papel,
tu presencia ausente.
Entonces quise saber más de ti,
hacerte presente en mi cotidianidad,
y te busqué en la red.

Internet se ha convertido en nuestro cómplice,
en un aliado
que nos roba espacios de encuentros.

Ese pequeño juguetón
que merodea buscando víctimas
es el culpable de este dolor
que deseo retener.

Barcelona, 15 de octubre de 2009

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