jueves, 29 de julio de 2010

DONDE ME LLEVEN LOS VIENTOS

Anoche, antes de ir a la cama, te di las buenas noches.
Me imaginé que dormías conmigo.
Se me antojaba, así, el sueño más placentero.

Ahora te doy los buenos días.
Me imagino que te has tomado, en mi cocina,
el café con leche y un dulce antes de marchar.

Llegas a casa y saludas a tus niños.

Te deseo un buen día de trabajo.
Tranquilo y sosegado.
Me gustaría que durante el día te ocupe mi presencia, un poquito.

Me iré a la playa, en un par de horas, con Tatá.

Te llevaré conmigo allá donde me lleven los vientos.
Seleccionaré pedacitos de nuestros encuentros
y los depositaré en la bolsa.

Tengo que acordarme de explicarte esto,
la próxima vez que nos veamos.

Barcelona, 29 de julio de 2010

miércoles, 28 de julio de 2010

LA HORA

Te quedaste llagado en mis ojos.
Sombra que nubla mi paisaje.

Te retuve ensortijado entre mis muslos.
Donde ahora queda vacío.

La ventura me susurró
que te dejara partir al galope
sin más pausas.

Abandono la creencia de tu mundo.
Bruma que te hace desaparecer,
te silencia y me sentencia.

Fue en agosto y fue en enero.
Fuiste la sonrisa y fuiste la amargura.

Te dejé marchar porque me alejé.
Te dejé marchar para vivir.

Decidí en la hora precisa
la ausencia, la distancia, el silencio.

Barcelona, 28 de julio de 2010