jueves, 13 de noviembre de 2008

POEMA EN "A"

Sobre mi cama maltrecha,
herido durmiente,
ahuyentas en este crepúsculo
ahogos,
abismos,
acosos.

Con la misma intensidad
con que agudizan los cortos de vista,
me adentro
a descubrir,
acaso,
en un abordaje
abusivo,
accesible,
tus acertijos.

Tu cuerpo adherido
se me antoja
aflicción,
agotamiento,
abdicación,
en una acendrada acogida
de aguijones.

La acidez de la adolescencia,
acantilado que te lleva
a acariciar
con calentura
y
astucia
la ardida arma
de la batalla,
abastece, airada,
mi agrio acento
acerca de
nuestra abigarrada aventura.

El momento vivo
de nuestro afortunado afán,
a veces agigantado,
parece quererse agotar
afónico,
afilado,
aéreo,
con aire de aceitunado adversario.

Sigues apoderado
en esa acariciada postura,
donde las amarguras,
a la vez,
son agresiones
agrias y dulces
de desesperadas
dudas y frustraciones.

(Barcelona, mucho tiempo ya)

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