Ahora que aun puedo sobornar
el pecado y la lujuria
regálame,
despacio,
la voluptuosidad.
Déjame arrojar
violentamente,
por la boca,
injurias,
maldiciones,
desmembrado o descolorido;
cuando no,
revelar
lo que tiene secreto
y se resiste al descubrimiento:
carga pesada,
prisión,
atadura.
Ahora que aun puedo aprovechar
la víspera,
el crepúsculo,
créame
nuevas esperanzas,
aflora
la pasión violenta,
el deseo
desordenado,
la extravagancia,
el capricho,
la locura de la idea;
cuando no,
escamotear
lo que tiene secreto
y se resiste al descubrimiento:
carga pesada,
prisión,
atadura.
(Barcelona, mucho tiempo ya)
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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