miércoles, 10 de septiembre de 2008

8 DE JUNIO

Zona sombría,
envoltura de
arena,
horizonte,
agua,
brisa,
cielo:
noche diligente.

A lo lejos,
sobre el mar,
el
alma
penitente,
espiritual,
inmortal,
parpadea
entre
voluptuosas
formas vagabundas,
guiándonos en otras concepciones:
meditando,
absortos,
embelesados.

Un pellizco de ti
se fue
allá,
más allá;
con sumo cuidado
se arrastra
entre
los
cantos
de
mil
voces
del
mar.

Bebo tu vino.
Fumo tu tabaco.
Llego a tu infierno
y
subo
peldaños
de
fuego
y
de
hielo
hasta encontrar otro cielo.

Nos atrapa la división
de la lejana quilla:
grises,
azules,
negros,
blancos.

Es grande el soborno:
Quema!
Abrasa!
Dejadnos quedar,
ahora,
abrazados,
vigilantes,
lujuriosos.

Vamos a derramar una última gota más:
antes,
ternura,
besos,
caricias.

Tu boca, sabia mujer:
todo
el
amor
en
tu
boca
ebria.

Tus ojos, brasas en mis ojos:
toda
la
fantasía
en
tus
ojos
delirantes.

Tu pecho, piel desnuda en mis manos:
toda
la
pasión
en
tu
pecho
virgen.

Atrapados en la única salida:
En tu pecho,
en mi pecho,
en tus brazos,
en mis brazos,
no hemos fusionado dos hombres,
sino
todos
los
hombres.

(Calella de Palafrugell, 8 de junio, mucho tiempo ya)

No hay comentarios: