martes, 15 de diciembre de 2009

VIVES EN MÍ, VIVO EN TI

No se caminar por las calles
que en las tardes siempre correteé.

No tengo sentido, no rumbo.
Me apago a cada paso.
Qué dirección tomar?

Deambulo como sonámbulo.

Los escaparates que tanta compañía
me hicieron se vuelven extraños.

Un asiento, un café, una lectura.
No tienen sentido.

Ahuyento las amistades.

La música del transitar urbano
no me compone ninguna sinfonía.

La luna, que me hervía la sangre,
que me sacaba el lobo,
me vuelve un animal manso.

Vives en mi
que no estás, que estás en mí.
Vivo en ti
que no estás, que estás en mí.

Espero un aviso,
una luz y un sonido,
una ventana.

Vives en mi
que no estás, que estás en mí.
Vivo en ti
que no estás, que estás en mí.

Cada hora, son las horas
que ansío estar en tu regazo.
Varado.

No más lejos.
No más tarde.

Barcelona, 15 de diciembre de 2009

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