lunes, 14 de marzo de 2011

VIAJAR POR LA LIANAS DE LA VIDA

No más palabras que no sepan a nada.
No rostros que no dibujen hiedras
que se ramifiquen en el mío.

Viajar por las lianas de la vida.

Sólo quiero las fisuras de los años
en estos momentos de soledad,
por el vacío de la mañana,
en el oscuro de la noche,
en la embriaguez del beefeater-tónica.

Sólo las palpitaciones al acostarme
y, cuando duerma,
por fin,
deambular solitario, callejeando,
o soltarme a volar
jugueteando desde un punto, allá en lo alto.

Barcelona, 14 de marzo de 2011

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