¡ ATRAVIÉSAME !

Durante un solo instante,
sublime, preciso, intacto,
elévame desdibujando las formas
porque es ahí donde habita el deseo.
Sólo un instante.

Que me muerda el pecho tu boca.
Donde dormitan mis rosas,
allí también.
Entre los muslos húmedos, rebosantes de lujuria,
que repose, que se jacte.

Que sigan el ritmo del jadeo tus dedos.
Donde rocen el grito y el dolor,
allí también.
Como carbones incandescentes,
por cada recodo del desnudo cuerpo.

Que descanse sobre mi vientre el animal.
Donde se estremecen mis pudores,
allí también.
Sobre mi boca que se enjugue,
despiadado, insolente.

Que oiga la voz del susurro tu sexo.
Donde se esconden los instintos,
allí también.
En mis prados que descanse,
que se prepare sediento de embestidas.

Que tirite en mi regazo tu voz.
Donde no te pueda oír,
allí también.
Entre las sábanas maltrechas,
que se vuelva gemido y grito.

Durante un solo instante,
sublime, preciso, intacto,
para sentir tu cielo y tu infierno
porque es ahí donde habita el deseo.
Sólo un instante.

Barcelona, 19 de enero de 2011