Si tiene que morir alguien
que sea el poeta,
el que ya lo sabía.
El visionario,
que muera.
Porque se enfrenta
cara a cara con la vida
y no decide
cómo tiene que vivirla.
Porque está muerto en vida.
Porque se pasa el día buscando
y de noche sólo quiere
que lo encuentren.
Porque se deja localizar.
Oscuro y a veces claro.
Partido y a veces entero.
El poeta morirá,
el visionario.
Un trocito,
que sólo quede un trocito.
Barcelona, 21 de marzo de 2011
lunes, 21 de marzo de 2011
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