domingo, 12 de enero de 2014

COMO SI FUERA EL ÚLTIMO, COMO EL PRIMERO

Paseaba sus manos sobre mis pies
y recorría el frío
y lo convertía en calor.

La estancia enmudecía
en el sosiego del roce,
en el sofá.

Se hizo presente el deseo
y se alzó con voz el quejido,
entre susurros y juegos.

Aleteo de abrazos,
envolturas de besos,
sabores enjugados en sexo.

Jadeaba, el jaleo, con embestidas
y, casi sin aliento,
me abandonaba al placer.

Como si fuera el último,
como el primero,
ahí estaba, así.


Barcelona, 12 de enero de 2014

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