sábado, 7 de agosto de 2010

FLECHA, DESPUÉS TRUENO

Eros clavó en mi pecho la flecha más dulce.

Tú, amigo mío, me sonreíste,
me cogiste de la mano y me hiciste viajar.

Thor, despiadado, te señaló con su trueno.

Alejándote durante la noche de un viernes,
te siento y te extraño.

Barcelona, 7 de agosto de 2010

No hay comentarios: