El guión se cumplió.
Así estaba previsto.
No hablaré de la bravura.
Barreré las cenizas.
Quebraré el paraíso.
Olvídar que existe
la letanía.
Mírar,
pudoroso,
todavía novicio.
Que me nombren,
además, en los bestiarios.
Envanecido, asustado,
sin saber amarrar los ígneos besos,
de cada caída.
Sin identidad.
Entre zarzas sepultada.
Barcelona, 31 de enero de 2012
martes, 31 de enero de 2012
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